Nuestra trinchera 2.0

lunes, mayo 10, 2010

Más que oposicion a la derecha, debemos ser una opcion alternativa para pueblo de chile.


Comité central del partido socialista de chile

Santiago, 8 de mayo de 2010





El clima que se siente en el PS y el enrarecido aire que se respira en esta sala, demuestra la grave crisis de fraternidad en la cual nos encontramos. No les voy a hablar desde la reserva moral. Ingrese a la JS cuando tenía 13 años, y en mi joven vida política, como todo ser humano, fruto de mi inmadurez, he cometido muchos errores. Lo importante no es “no haber cometido errores”, como algunos con su discurso nos quieren hacer creer. Lo importante es reconocerlos, aprender de ellos, y corregirlos. Como dijo un profeta alguna vez, “el que este libre de pecados que lance la primera piedra”. Dicho esto, puedo exponer lo siguiente.



Hoy nuestro partido esta poniendo lo urgente por sobre lo importante. Muchos parecieran estar más preocupados de las elecciones que de otra cosa. Otros nos llaman con urgencia a definir si nos denominamos de izquierda, socialdemócratas, socialistas, progresistas, centro izquierda o cualquier otra denominación. Otros están preocupados con quien haremos alianza política, si será con la DC, si es con el PPD-PRSD, si lo haremos con el PC, con los MEO, u otras opciones, todos partidos y movimientos con igual grado de desorientación que nosotros. Hay otros que nos llaman a ver que tipo de oposición al gobierno seremos, no faltando los que desconocen el rol de la democracia y nos llaman a construir bajo “la política de los acuerdos”, que no es más que ponerse de acuerdo con la derecha a espaldas de la gente, en espacios distintos a los que el pueblo designa y por la razón que los eligen.



Más que oposición tenemos que ser proposición. No debemos ser oposición a la derecha, debemos ser una opción alternativa a la derecha y fundamentalmente a su modelo, para ofrecerle otro camino al pueblo de Chile.



Hoy el debate de algunos esta centrado en buscar las causas de la derrota. Se habla del candidato, de MEO, del PS, los presidentes de partidos, del comando, la corrupción, y otros temas, en los que quizás puedan tener razón. Hablar de eso puede ser urgente, pero no es lo realmente importante. Hoy tenemos que centrarnos en analizar si transcurridos 20 años de gobiernos de la concertación, este es el Chile que queríamos. Si este es el Chile que nos parece justo.



Pensar que la política de subvenciones a los pobres es un legado que debemos defender, o si pensamos que la manera de redistribuir las riquezas son las subvenciones, es señal que hemos errado el camino. Si esto es así, mejor que lo haga la UDI y RN. Quizás hasta lo hagan mejor.



El pueblo es sabio en su mensaje, y día a día nos transmite que poco nos cree a los políticos. Nos ven como personas que quieren hacer trampa en la vida, o como “tipos pillos”, o personas que quieren ganar sin respetar nada, o sin ideales, o sin proyectos de fondo, o egocéntricos, o a veces como tipos que solo queremos meter las manos. Lo peor es que aveces nos ven como todas estas cosas juntas.



Los ataques a nuestros lideres políticos en la marchad de la CUT, no fue algo personal hacia ellos como algunos nos quieren hacer creer. Podría haber sido cualquiera que por el solo hecho de ser políticos y ser mandatario de un partido de izquierda, para ellos, merecían el repudio. El pueblo siente que los suyos no han hecho todo lo que podían. Muchos de nuestros líderes fueron coaptados por los principales grupos empresariales, y perdieron el rumbo.



Ante la pregunta si ¿vivimos en una sociedad igualitaria, libre y fraterna?, la respuesta es claramente que no. Aunque nos duela decirlo, la concertación tomo un modelo de derecha y gobernó con el de la mejor manera que pudo. Es cierto que la concertación hizo un país mejorado al que dejo la dictadura, consolidando ciertas cosas centrales, (en cierta medida) como la apertura cultural, las manifestaciones juveniles, los derechos humanos, la transparencia del servicio publico, la significativa reducción de la miseria, entre otras cosas. Pero siempre jugamos con las reglas que dejo la derecha. Las reformas constitucionales del 2005 solo lograron cambiar ciertas clausulas abiertamente injustas, pero mantuvieron de fondo las bases para una sociedad de derecha.



Una sociedad donde la gente vive endeudada, con miedo a perder la pega, con miedo a enfermarse, con miedo a que un hijo ingrese a la universidad y no tener como pagarla. Una sociedad donde la gente vive estresada por esos miedos, lo que repercute en una sociedad con menos espacio para la familia, con ira, con angustia, con odio, y por ende con los grados de violencia que tenemos.



En Chile tenemos un modelo que destruye el medio ambiente. Los socialistas nos sentimos orgullosos de que Allende nacionalizara el cobre, como si esto fuera algo que hasta hoy perdurara. Las mineras se están llevando nuestros recursos a capitales foráneos y al patrimonio de unas pocas familias chilenas. La mayoría de las mineras hoy son de privados y no del estado. Pero además de llenarse los bolsillos con lo que es de todos, están destruyendo nuestro medio ambiente. Están terminando con el agua, con nuestra agua. Hay lugares donde la intervención minera hace presagiar que el agua para el consumo humano no durara más de 5 años. Manejan los medios de prensa y engañan con dadivas a la comunidad. Mineras que financian a diputados, y posiblemente también a diputados de la concertación. Debemos poner el acento en esto.



El partido socialista de Chile necesita ser la vanguardia. Ser capaces de mostrar el camino, y fundamentalmente, ser capaces de elaborar un nuevo modelo para Chile, con una nueva constitución, generada por todos y no solo por un grupo que busco mantener sus privilegios como la que tenemos hoy.



Una constitución donde las mujeres tengan igualdad en nuestra sociedad, nuestras minorías sean aceptadas, y nuestros pueblos originarios respetados.



Una constitución que sea capaz de sentar la bases de una sociedad democrática, en lo político, pero también en lo social. Que sea capaz de generar hombres capaces de forjar su ruta de vida de una manera más feliz.



Queridos compañeros, Chile tiene hoy una conciencia que poco a poco empieza a crecer en muchas personas, especialmente en los más jóvenes, quienes estudiamos en democracia, bajo los gobiernos de la concertación, sin toques de queda, sin dictadores. Hoy, cuando esta semilla comienza a florecer en la conciencia de millones, cobra vida la frase dicha en su testamento político por el compañero Salvador Allende, “los procesos sociales no se detienen”