Por Daniel Manouchehri M .K. Lobos
Chávez dejo de creer en la democracia. El reciente episodio de Radio Caracas Televisión, nos abre al debate de la libertad de expresión como valor fundamental de la democracia.
Usted puede estar, o por la libertad de expresión y su respectivo derecho a la información, o por un estado que coarte este derecho y censure. Desde un punto de vista político, puede incluso sostener coherentemente la segunda posición: la de restringir la libertad de expresión e información. Sin embargo no puede estar por restringir este derecho y a favor de la democracia. Le es consustancial a la democracia la libertad de emitir una opinión e informarse adecuadamente, considerando a este derecho, no solo como una mera pretensión de expresarse sin trabas ni censuras previas, sino su correlato directo: el derecho que tienen los pueblos a acceder a la información y opiniones diversas para su adecuado desarrollo personal y colectivo.
Ahora desde el punto de vista estrictamente jurídico, Chávez no esta “cerrando” un medio de comunicación social, sino que ejerciendo una potestad del Estado: recuperar el uso de un bien publico, las ondas del espectro radioeléctrico, para ser reasignadas a otro medio. Asimismo el Estado debería haberlo hecho de manera transparente, por licitación pública y competitiva. Lo censurable pareciera no ser la decisión tomada, sino los argumentos para esto, que claramente tienen ribetes de autoritarismo.
Podemos estar de acuerdo con el presidente de Venezuela respecto a la oposición venezolana, que claramente dista de ser la más correcta, con acciones absolutamente censurables, como su rol en el golpe de Estado del 2002, empero todo estado de Derecho posee los mecanismos para perseguir estas responsabilidades: los Tribunales de Justicia.
Este es una decisión que ha generado preocupación en toda la comunidad internacional, quedando de manifiesto en diversas declaraciones tanto en nuestro hemisferio (como la Organización de Estados Americanos a través de la relatoría especial de la Comisión interamericana de Derechos Humanos), la Unión Europea o Amnistía Internacional, todos organismos que también lucharon contra las violaciones a los derechos humanos en Chile.
Para quienes defienden a ojos cerrados la totalitaria medida del Gobierno Bolivariano, dos cosas a saber: primero, Salvador Allende puede ser recordado como un demócrata, entre otras cosas, porque jamás pensó en censurar medio de comunicación alguno de la oposición, y segundo, recordar que fuerza política censuró y manipuló a la prensa en este país durante más de 17 años. Millones de chilenos saben lo que es en carne propia haber visto vulnerado su derecho a expresarse libremente e informarse sin censura previa.
Sin embargo el debate sobre la libertad de expresión no se agota en el expresarse libremente. Este tambien incluye determinar claramente el rol del Estado como garante de la libertad de expresión y pluralismo, facilitando la existencia de medios de comunicaciones diversas, política y culturalmente. Por tanto la propiedad de los medios es un tema central, ¿porque un canal que hace uso del espectro radioeléctrico, que es un bien público, tiene que darme el sermón de un cura católico? El tema del uso de bienes publico por parte de privados, en particular en los medios de comunicación social, no puede quedar ajeno a esta polémica.
Defender la libertad de expresión, implica alzar la voz tanto cuando los afectados son aquellos con los cuales nos encontramos en la misma vereda política, como de quienes están en posiciones distintas a las nuestras. No puede ser condición necesaria para la titularidad de derechos humanos, la inscripción en algún determinado partido o adhesión a determinada ideología; los progresistas no debemos equivocarnos en eso.
Esta es una oportunidad para que aquellos que creemos realmente en los Derechos del hombre y mujer, revindiquemos el real valor intrínseco de estos. Emulando a Voltaire, es nuestro desafío combatir con mucha fuerza las ideas de nuestros adversarios, pero debemos combatir con más fuerza todavía para que ellos puedan expresarlas libremente..
*Daniel Manouchehri M.K. Lobos, Vicepresidente Nacional Juventud Socialista, Coordinador Nacional “Red de jóvenes Progresistas”, estudiante de Derecho UDP.