Nuestra trinchera 2.0

viernes, abril 16, 2010

Carta a compañeros y compañeras de la Juventud Socialista.

Carta a compañeros y compañeras de la Juventud Socialista.

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Estimados Compañeros y Compañeras,


La señal que se envía con la subida en el estatuto de la edad para ser candidatos en la Juventud Socialista, es pésima. Es simplemente no entender el por que la ciudadanía esta choreada con nosotros los políticos, y una clara señal de que la renovación en la política tiene mucha más que ver con las practicas que con las edades.



Lo que expongo no lo hago en el afán de polemizar, ni poner cortafuegos al proceso, y espero que no sea tomado como un ataque personal. Tampoco lo hago pensando en algún interés particular. Teniendo la edad para ser candidato, tome la determinacion de no hacerlo. La JS fue una etapa muy importante en mi vida política, pero ahora me corresponde aportar desde otro lugar. Solo busco transmitir mi opinión, no buscando dar lecciones de moralidad, sino que humildemente tratando de ayudar al desafío que tenemos los socialistas, que somos hombres y mujeres que queremos aportar al cambio de esta sociedad. No decir nada seria fácil, pero no responsable. Por eso tengo la obligación de exponer mi punto de vista.



Es impresentable el hecho de que el TRICEL luego de un acuerdo de los sectores internos, haya subido la edad de la JS de 26 años a 29 años solo para que algunos lotes puedan llevar a candidatos que de no ser así, se quedaban fuera. Primero, esto no corresponde porque es modificar arbitrariamente una norma que nos dimos democráticamente en un congreso, con lo cual atentamos contra nuestra propia institucionalidad. Pero además, por que el motivo no es un interés general de la juventud (con lo cual quizás se podría haber entendido o hecho un poco más presentable ), sino que es solo por intereses particulares.



La institucionalidad es fundamental. El problema de cuando construimos en base a meros acuerdos por encima de las reglas que nosotros mismos damos, es que cuando ya no hay acuerdo, ya destruiste las reglas que podían arbitrar la diferencia, con lo cual terminas destruyendo las instituciones. Las crisis de la JS tras cada elección han tenido que ver con eso. Como se construía por encima de la institucionalidad en base a acuerdo de lotes, todo andaba bien cuando no se chocaban, pero en cuanto colisionaban los distintos intereses, como no había institucionalidad valida para dirimir los conflictos, y como el acuerdo ya no existía, la JS entraba en crisis, terminando siempre intervenida por el partido. La historia esta hecha para aprender de ella.



La practica de no respetar el estatuto, es justamente no entender el mensaje que nos ha mandado la ciudadanía. Como dirigente en el pasado, fruto de mi inmadurez también cometí errores, y he sabido aprender de ellos. Tenemos que leer el mensaje que nos envía la ciudadanía. El pueblo es sabio en su mensaje, y día a día nos transmite que poco nos cree a los políticos. Nos ven como personas que quieren hacer trampa en la vida, como “gayos pillos”, personas que quieren ganar sin respetar nada, y a veces como tipos que solo queremos meter las manos.



La señal que nos mando el pueblo en enero, fue eso. No nos ganaron ellos, perdimos nosotros.



Como le explicamos a alguien que se siente motivado por el proyecto de una sociedad igualitaria libre y fraterna del socialismo, que los lideres de los sectores internos de su juventud, se pusieron de acuerdo para modificar un estatuto, que fue dado en un congreso por ellos mismos, solo para que algunos de estos “lideres” puedan ser candidatos? Lo más posible es que no exista mucha explicación racional. Cambiar el estatuto para un interés particular, es justamente una de esas “practicas” de las cuales se ha vuelto tan de moda hablar, es ser de esos que acuden a “la trampita” para el objetivo. Nosotros no podemos ser de esos.



Algunos dirán que es un tema menor, o puntual. Este hecho más que una enfermedad, es el síntoma de ella. No creo que exista mala fe en este acto, y justamente eso es lo preocupante, que es algo normal para quienes hacemos parte de una organización. Es la salida común y habitual, pero no por eso la correcta.



La renovación en política no tiene que ver con la edad, sino que con las prácticas que tenemos. El “como actuamos” los políticos. Aquellos que pretendemos ser depositarios de los sueños de un pueblo, debemos ser moralmente los mejores, respetar nuestras reglas, respetar nuestra palabra. No hacer trampa.



La renovación no tiene que ver con sacar a viejos por jóvenes, tiene que ver con sacar a hombres y mujeres que se miran el ombligo, y poner a personas que estén pensando en el horizonte. Una amplia mayoría de jóvenes mira al horizonte, pero también los hay de los que miran el ombligo. Quienes aspiramos a colectivamente encabezar importantes procesos en nuestra historia, debemos siempre mirar al horizonte.



Fraternalmente,



Daniel Manouchehri Lobos

www.twitter.com/dmanoucheri

http://puntareli.blogspot.com